El cambio climático son transformaciones a largo plazo en los patrones climáticos y de temperatura. Pueden ser naturales, como por ejemplo a través de variaciones en el ciclo solar, pero desde el siglo XVIII las actividades humanas han sido su principal agente generador, debido principalmente a la quema de combustibles fósiles como carbón, petróleo y gas, que producen gases de efecto invernadero. y, en consecuencia, el calentamiento global.
El mundo se está calentando ahora más rápido que en cualquier otro momento de la historia. De acuerdo con la Paz verde, las emisiones de gases de efecto invernadero han aumentado en los últimos 10 años más rápido que durante todo el período comprendido entre 1970 y 2000. Esto significa que si la humanidad no controla las emisiones de estos gases, más allá de los intereses individuales de las naciones, nos enfrentaremos, muy probablemente, a consecuencias catastróficas. consecuencias ambientales, económicas y sociales.
El Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) advierte que si no se toman medidas urgentes para estabilizar las emisiones de gases de efecto invernadero para 2100, el aumento de la temperatura global superará los 2ºC por encima de los niveles preindustriales.
Los cambios hacia una economía climáticamente neutra requieren cooperación y soluciones coordinadas a todos los niveles, en particular, con el objetivo de reducir sustancialmente las emisiones de gases de efecto invernadero, limitar el aumento de la temperatura global en este siglo a 2°C, mientras se hacen esfuerzos para limitar aún más el aumento. a 1,5ºC para mitigar el cambio climático, fortalecer la resiliencia y mejorar las capacidades de adaptación a los impactos climáticos para este siglo y más allá.
Según la ONU, para que podamos limitar el aumento de la temperatura global por debajo de los 2ºC, es esencial que el mundo transforme sus sistemas energéticos, industriales, de transporte, edificios, alimentarios, agrícolas y forestales.
Detener el impacto negativo del calentamiento global se ha vuelto urgente para toda sociedad constituida individualmente. Los esfuerzos no son pequeños, pero es necesario que todas las naciones abracen esta causa, promoviendo políticas que fomenten el uso de tecnologías y soluciones de bajo impacto o cero emisiones netas, tales como: energías renovables; baterías y almacenamiento de energía; combustibles sostenibles; hidrógeno; economía circular; innovación en procesos industriales; Agricultura sostenible; almacenamiento, captura y remoción de carbono, utilizando tecnologías de descarbonización (CarbonTech); y por supuesto, soluciones basadas en los bosques.
Actualmente, las inversiones a favor de un sistema económico con bajas emisiones contaminantes (también conocido como economía baja en carbono) son las más variadas, y todas implican la descarbonización de la economía global, con miras a asegurar un planeta mejor para el presente y el futuro. generaciones generaciones.
